Reforestaciones, un aliado natural para una transición energética sostenible e inclusiva
La vegetación de nuestro planeta es una de las grandes aliadas para contribuir a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, evitando que la temperatura del planeta suba más de 2ºC en 2030. Los árboles actúan como sumideros de carbono, capturando el CO2 mediante la fotosíntesis y evitando que permanezca en la atmósfera.
De este modo, los bosques constituyen una solución climática natural (SCN), junto con los suelos y las masas de agua. Estas SCN representan una alternativa eficiente, asequible y técnicamente viable para impulsar la descarbonización de la sociedad en el marco de la transición energética.
En España destacan sobre el resto de las soluciones climáticas naturales los proyectos forestales, ya que se cuenta con los recursos naturales y los procesos de certificación necesarios para impulsar la reforestación y la gestión forestal como herramientas de compensación de carbono.
Además, las reforestaciones no solo tienen un impacto medioambiental positivo, sino que representan un negocio rentable y sostenible, que apuesta por una economía verde, generando riqueza, empleo e innovación en el ámbito rural.
Según datos del 3º IFN (Inventario Forestal Nacional), en España hay más de 9 millones de hectáreas de superficie forestal desarbolada y una importante superficie agrícola semiabandonada, lo que la convierten en un potencial sumidero de carbono. Un contexto idóneo para impulsar el mercado voluntario de compensación de emisiones, con el objetivo de dar respuesta a la creciente demanda de las empresas que buscan compensar sus emisiones, lo que se traduce en proyectos forestales a gran escala que requerirán más trabajadores, la participación de nuevas empresas y programas de innovación para mejorar la competitividad y la eficiencia de los programas de reforestación.
¿En qué consiste el mercado voluntario de compensación de emisiones?
La capacidad de absorción de CO2 de los bosques se puede convertir en créditos de carbono, que las empresas e instituciones pueden adquirir para compensar su huella, y a la vez, contribuir a maximizar el impacto ambiental, social y económico de las reforestaciones en España.
Actualmente, los proyectos forestales para la compensación de CO2 se inscriben en el Registro de huella de carbono, compensaciones y proyectos de absorción de dióxido de carbono, creado en España a tal efecto por la Oficina Española de Cambio Climático, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El mercado voluntario de compensación de emisiones es un mercado en expansión, acelerado por la voluntad de un número cada vez mayor de instituciones y empresas de ser neutrales en carbono, atendiendo a las políticas europeas y a las demandas de la sociedad para mitigar el cambio climático.
En este contexto, Fundación Repsol trabaja para impulsar el mercado voluntario de compensación en España, a través de las reforestaciones a gran escala con alto impacto económico, social y medioambiental, con el objetivo de promover una transición energética sostenible e inclusiva.
La Fundación, a través de su herramienta para la inversión de impacto (Repsol Impacto Social), ha entrado en el capital de Sylvestris, una empresa especializada en reforestaciones de calidad y gestión forestal para la compensación de emisiones de CO2, que cuenta con amplia experiencia en proyectos de absorción. En la actualidad, Sylvestris aglutina un tercio de los cerca de 60 nuevos bosques registrados en la Oficina Española de Cambio Climático, en su mayoría encargados por compañías. Además, esta empresa contrata a personas en situación de vulnerabilidad para desarrollar las labores de plantación y conservación, impulsando el empleo local y el desarrollo rural.
Junto a ellos, la Fundación está trabajando en un ambicioso programa para impulsar el mercado voluntario de compensación de emisiones a través de reforestaciones con un efecto transformador en el ámbito rural español.
Además, Fundación Repsol, Sylvestris y Land Life, también están desarrollando un plan para actuar sobre áreas deforestadas, arrasadas por incendios o en abandono agrícola en diferentes regiones de España (Mombeltrán y Cuevas del Valle en Ávila, Fresno del Río en Palencia y Ejulve en Teruel), plantando más de 350.000 árboles que permitirán la compensación de 108.000 toneladas de CO2 de la atmósfera.